El especialista de la compañía habló acerca del camino a seguir en la electrificación de una mina, destacando el Trolley como un paso clave dentro de las etapas se seguimiento de la meta global de descarbonización, es “un apoyo en la transición hacia una minería más sustentable”.
“El uso de vehículos con Diésel en el transporte de minerales, es uno de los principales componentes de emisiones de gases de efecto invernadero en la industria Minera. La cifra de CO2 dependerá mucho de la cantidad de vehículos que se tengan en uso, del tipo, la configuración de la mina, etc, pero esto pudiese representar hasta un 70% de las emisiones de contaminación de una planta”, explicó Ignacio Muñoz, Product Marketing Manager de Soluciones de Automatización y Electrificación de ABB en Chile, quien destacó el sistema de asistencia Trolley para camiones mineros, como una herramienta clave para avanzar en la electrificación de una mina, así también para una producción más sustentable.
El experto de la compañía detalló que, si bien la tecnología de Trolley no es nueva y ha estado presente desde inicios del siglo XX en los medios de transporte, en los últimos años ha logrado penetrar en otras industrias como la minera. El uso en la minería se remonta a los años 80´de manera que actualmente la tecnología ha madurado y está lista para escalar impulsada por los nuevos desafíos de descarbonización que vive toda la industria. Un área que, a nivel global ha demostrado preocupación por ser cada vez más sustentable en sus niveles de producción, ABB está respondiendo dicha demanda por medio de una amplia oferta en su portafolio de soluciones, entre ellas el sistema Trolley.
“El impacto que pueda tener la disminución de los gases de efecto invernadero de una mina, dará resultados considerables dependiendo de la elección del cliente, como por ejemplo el uso de camiones electrificados por los que opte. El Trolley es un paso, no es el objetivo final, es un apoyo en la transición hacia una minería más sustentable y amigable con el medio ambiente”, detalló Muñoz.
Siguiendo la línea de detalle de este producto, el ejecutivo mencionó algunos de los beneficios a corto y largo plazo que trae consigo la sustitución del combustible fósil por uno eléctrico. “Disminución de consumo de combustible fósil. Velocidades de transporte que superan a la de un camión con Diésel. También disminuye la cantidad de camiones que se requieren para el movimiento total del mineral al año, y, por supuesto, el principal beneficio es poder alcanzar los porcentajes de disminución de gases de efecto invernadero con el que todas las empresas están comprometidas a llegar para el año 2050; la carbono neutralidad”, agregó.
Para cerrar, el experto hizo una invitación a todos los actores de la industria minera, a estudiar de cerca las distintas posibilidades que compone la electrificación y su impacto en la descarbonización, pues aseguró que, para alcanzar objetivos, hace falta mirar más de un foco.
“Se requiere de un compromiso decidido de todos los actores que están involucrados en la industria, no solo de la empresa que produce, sino también de todos los colaboradores que trabajan ahí, proveedores de equipos y tecnología. Hay que adquirir el compromiso como un trabajo colaborativo entre todos para poder cumplir con lo que se desea lograr”, agregó.